El hueco que quedó debajo de la cama en la que dormía Ignacio, de dos años, se fijó en la retina de Eduardo Méndez y Noelí Cascales. Ayer a la mañana, al mover el mueble, se dieron cuenta del grave peligro que había corrido su hijo la medianoche anterior, cuando la pared norte de su casa se vino abajo, al derrumbarse la submuración de una obra en construcción ubicada al lado.
El domingo había sido el cumpleaños de Ignacio. Alrededor de las 23, la familia llegó a la vivienda ubicada en Virgen de la Merced 291 (ex Rivadavia). “Le comenté a mi marido que veía más grietas de las que ya teníamos. Desde que empezó la construcción se habían marcado las paredes, pero los de la empresa venían seguido a inspeccionar”, comentó Cascales.
Hacia la medianoche comenzó a escucharse el ruido de la tierra y de los ladrillos cediendo. “Estábamos en la cama cuando escuché un estruendo. Fui hasta la obra, al lado, y podía ver que por la pared se filtraba la luz de mi casa. Volví y le dije a mi señora que agarre al bebé, que nos íbamos”, relató Méndez.
Cuando Cascales entró a la habitación de Ignacio, volvió a escucharse otro ruido. Salieron rápidamente y al llegar a la vereda, se vino abajo la pared del dormitorio del matrimonio y de la cocina. “Un aparador cayó hacia la obra y la heladera quedó en el borde”, dijo el marido.
En la mesa de la cocina había quedado la mitad de la torta del cumpleaños de Ignacio. Con la ropa que tenían puesta, la familia abandonó la vivienda y pasó la noche en la casa de unos familiares.
A la mañana regresaron. La empresa constructora puso a disposición un departamento, al cual se mudaron. “Esperamos que se hagan cargo de todas las refacciones que hay que hacer en el inmueble. No es solamente la casa, adelante hay un local comercial que alquilamos y que ahora no puede ser usado. Perdemos ese dinero”, comentó Rodolfo Cascales, propietario del inmueble y padre de Noelí.
La peluquería
En el local que está ubicado en el frente de la vivienda, Ema Graciela Fuensalida tenía instalada su peluquería. “Nos dijeron que había que cerrar. La empresa constructora arregló con un local que está a mitad de cuadra para que nos mudemos allí, y se harían cargo del alquiler”, comentó la mujer.
“Somos tres familias que vivimos de esto. Hay que hacer la instalación eléctrica y otras refacciones para que la peluquería funcione en ese lugar. Serán días que perdemos de trabajar”, lamentó Fuensalida. Una línea atravesaba el piso del local, producto del derrumbe.
La empresa constructora ya había sido advertida de los problemas en la submuración, y la obra había sido clausurada preventivamente el viernes, según comentó el subsecretario de Planificación Urbana de la Municipalidad, Luis Lobo Chaklián.
“La submuración es la parte de cemento de hormigón armado que se hace a los costados para que no se desplace la tierra. El viernes se pidió a la empresa que hagan un apuntalamiento para la pared sur de la excavación”, explicó el jefe Operativo de Defensa Civil Municipal, Juan Normando.
Luego del derrumbe de ayer a la madrugada, el organismo clausuró la vivienda de la familia Méndez. “Si vuelve a llover, hay riesgo de que ceda la parte de la pared que no cayó de la casa. La misma medida se tomó con la peluquería”, agregó Normando. Al mediodía, un camión trasladaba las pertenencias de la familia a su provisorio nuevo hogar.
La Municipalidad denunció en la Justicia a la empresa constructora
La Municipalidad de San Miguel de Tucumán denunció penalmente a la empresa constructora “César Grandi”, por no cumplir con el plan de submuración que había sido aprobado por la Dirección de Catastro. El escrito fue firmado por el apoderado legal del municipio, Gonzalo Romano Norri, y ayer a la mañana fue ampliado luego del derrumbe que sufrió una casa lindera a la obra en construcción ubicada en Virgen de la Merced 281/285 (ex Rivadavia).
De acuerdo a la denuncia, el 7 de febrero último el inspector Jorge Luna Cuevas informó que se había reiniciado la obra para rehacer el muro del inmueble ubicado al sur de la obra en construcción, donde había una playa de estacionamiento.
El jueves pasado, la dueña de ese inmueble presentó un escrito en Catastro municipal, informando que el 8 de febrero de 2013 le habían demolido la pared medianera, lo que le había producido numerosos inconvenientes. El expediente iniciado por la vecina lleva el número 135664/14.
La mujer expresó que el fin de semana del 8 y 9 de febrero la empresa constructora había realizado excavaciones, y que consideraba que su propiedad corría riesgos.
La denuncia realizada por la Municipalidad en contra de la empresa constructora se encuentra en manos del fiscal de Instrucción Carlos Albaca.
“La empresa Grandi es reincidente en transgresiones al código de Planeamiento y ya se ha actuado anteriormente por estos hechos”, dijo el secretario de Gobierno municipal, Germán Alfaro. “Esta empresa tiene más de 15 obras clausuradas por transgresiones al código y sin final de obra por el mismo motivo”, añadió el funcionario.
La empresa sólo se limitó a confirmar que se hicieron cargo de los gastos que deberá afrontar la dueña de la peluquería para alquilar un nuevo local, y que puso a disposición un departamento para la familia Méndez.
La obra, por ahora, no continuará, y la Municipalidad los intimó a que presenten un plan para evitar nuevos derrumbes.